Ese deseo que te persigue y no te permitís expresar.
Ese tapón que le ponés, hace que quede atrapado y que con el tiempo, se pudra.

Tabú es todo aquello que por mandatos sociales o prejuicios
-propios o ajenos- no nos permitimos expresar, física o psicológicamente, porque han quedado tácitamente en un lugar de prohibición.

Hay un enorme desafío en permitirse explorar lo que fluye desde el inconsciente reclamando placer.
Sobre todo cuando ese pedido viene acompañado de ideas negadoras o auto-represivas.

“Si pienso esto soy tal cosa”, “Sentir esto está mal”, “No es normal”, “No quiero sentir mas esto, es raro”, “Está mal visto”, “Van a decir que…”.

¿Porqué reprimir algo que nos gusta, que nos da placer y que no daña?

Muchas veces obtener lo que nuestro ser quiere, requiere de estrategias. Y de coraje.

Abrirse a los misterios de los placeres sensoriales, explorar esa Venus en profundidad sin límites, sin anteponer la mente, con libertad y entrega.

Evolucioná. Aceptá tus mierdas.
Quitá restos de lo que no sirve.
Abrazá tus experiencias. Abrazate.
Date fe cuando haga falta.
Sé valiente.
Generá coraje alimentando tu deseo.
La vida es pura vida, con lo que te gusta y con lo que no también.

¿Te cuesta dar rienda suelta a tus deseos sin ponerles algún tipo de filtro?
¿Dejás que fluyan en libertad empoderándote y permitiéndoles expresarse naturalmente?