Los tránsitos nos muestran eventos externos que reflejan la vida diaria, mientras que las progresiones reflejan el desarrollo interno y el crecimiento a lo largo de nuestra vida.
Los tránsitos en la carta se presentan muchas veces, sobre todo cuando suceden por primera vez y/o marcan un comienzo de ciclo, como una energía completamente nueva.
La mente consciente, ansiosa por entender, la proyecta rápidamente al mundo exterior.
De algún modo es como que buscamos seguridad al observarlos desde una distancia segura.
Por otro lado, las progresiones nos son familiares, registradas en los primeros 90 días de vida y desplegadas con meticulosidad a lo largo del tiempo.
Esta familiaridad permite que la asimilación sea mas directa en la conciencia, sin necesidad de proyecciones externas.
En una lectura los tránsitos entonces nos van a mostrar cualidades del momento en cuanto a sucesos externos, mientras que las progresiones nos van a marcar ciclos y fases temporales de nuestra vida en relación a un despliegue interno del ser.